Nuestra Bodega es una empresa familiar con más de 70 años de experiencia en la elaboración de vinos. Desde nuestros orígenes hemos tenido como fortaleza la unión por un mismo objetivo, generar productos de calidad para continuar con una genealogía que sigue una proeza y desarrolla una idea.
La vitivinicultura ha sido desde siempre un negocio de familia en nuestro país, que se centra en poner mucho corazón para llevarla adelante. Distintas investigaciones han demostrado que la empresa familiar es tal vez la organización comercial más antigua en la historia de la humanidad. Antes de las empresas multinacionales ya existían las empresas familiares.
Antes de la Revolución Industrial (1700) también. Incluso antes del Renacimiento en el siglo XV, las empresas que formaban artesanos y comerciantes llevaban el nombre de su fundador.
Terriors •
La característica impar que tienen nuestros vinos es por la importancia que le damos al terrior, se le llama así a la interacción de varios factores que componen el terruño: el suelo, la vid, la situación geográfica, el trabajo del hombre y el microclima de un viñedo. Es decir, dos chacras distintas, con plantas de iguales características y con el mismo manejo, pueden producir vinos diferentes.
Situación que ocurre en la chacra 77, cerca del Río Negro, en la ciudad de Villa Regina, que es distinta a la chacra 120 A , ubicada en la ciudad de General Enrique Godoy, próxima a la barda.
Además la tierra en las proximidades del río es profunda y arenosa, y en las adyacencias de la barda abundan los suelos arcillosos menos profundos y más salinizados. También en la época de heladas, octubre y noviembre, la chacra cercana al Río Negro, siempre tiene 2 o 3 grados menos que la ubicada lindante a la meseta. Parecen cifras minúsculas, pero los brotes de viña son muy sensibles, y un grado de diferencia, determina el chamuscado o arrugamiento posterior de la planta.
Por lo tanto, el terrior no es solamente la porción de geografía donde está implantado un viñedo, es eso, más el subsuelo profundo, el clima, el paisaje circundante y el viento.
Clima •
Más de 300 días de sol por año. Esto hace posible una mejor capacidad de fotosíntesis que mejora la productividad, permitiendo una buena madurez. Luz desde muy temprano y hasta bien tarde.
Escasas lluvias y poca humedad, por lo tanto no se provocan enfermedades en la vid.
Vientos casi constantes, lo que genera vides prácticamente ecológicas. El viento, característico de la zona, origina en las uvas una piel más gruesa de la que comúnmente desarrollan las distintas variedades en otras regiones del país. Por lo tanto, el hollejo contiene más polifenoles, más antocianos, en fin, más principios que dan color, sabor y aromas intensos. Y granos más chicos por la cantidad de sol, lo que produce una mayor concentración de propiedades en las bayas.
Plantaciones regadas por aguas puras de deshielos.
Variedad de suelos: pedregosos, arenosos y arcillosos… ricos en minerales y sin napas contaminadas.
Amplitud térmica muy grande, 20 grados.
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